El nuevo campus de la Universidad Adolfo Ibáñez en Viña del Mar, se emplaza en los cerros sobre el Sporting Club y el plan de la ciudad de Viña del Mar. Se buscó relacionarse con el entorno y con la arquitectura histórica del puerto, así, los arquitectos definieron utilizar en las fachadas y cubiertas, un revestimiento metálico de aluminio opaco que dibujan la superficie de sus volúmenes, recortándose por debajo en una suerte de zócalo de hormigón blanco que traza el horizonte próximo al suelo.
En los interiores de los edificios, como ya es habitual en la construccion de estos campus, se utilizo un piso Armstrong de linóleo.